MACERACIÓN CUTÁNEA.
Una de las consecuencias de la permanencia del cadáver en un medio líquido es la maceración cutánea. Ocurre fundamentalmente en manos (manos de lavandera) y pies afectando sobre todo a las palmas y plantas. La imbibición cadavérica provoca que la epidermis se torne blanquecina, arrugada y engrosada; más tarde se desprende a modo de guante o calcetín. Este fenómeno va a provocar una gran dificultad en la toma de huellas dactilares y, por tanto, en la identificación del cadáver. El tiempo que tarda en iniciarse el proceso y en desprenderse la epidermis es proporcional al tiempo de permanencia del cuerpo en el líquido por lo que puede ser de utilidad en el cálculo de la data de la muerte. Así mismo, la temperatura puede modificar su evolución.
Cuad. med. forense no.45-46 Málaga jul./oct. 2006
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